Altas expectativas por mejoras en los mercados del langostino argentino

Al final de agosto se llevaba exportado un 128% más de langostinos enteros que en 2020. Las empresas que lo exportan entero lograron recuperarse de la situación de quebranto de 2020 y en el caso del mercado de las colas se ha producido una sustancial baja en la demanda de China que fue suplida por otros destinos.

Miguel Glikman, directivo de Newsan Food, brindó datos sobre el comportamiento de China, la situación en la que quedaron al final de esta temporada las empresas y dio su punto de vista sobre las expectativas que existen para el año próximo.

Al 31 de agosto se llevaban exportadas 58 mil toneladas de langostino entero, un 128% más que en 2020 cuando los confinamientos todavía eran moneda corriente y los bares, restaurantes y hoteles permanecían cerrados. Ese es el principal mercado de este producto. Por otra parte, los precios en agosto del año pasado habían caído a 5 mil dólares la tonelada, mientras que ahora rozan los 7.000 dólares.

Según indicó Glikman, en 2020 muchas empresas el año pasado tuvieron quebranto, este año la mayoría deberá pagar ganancias. En el balance general el 2021 permitió recuperarse.

España e Italia fueron los principales mercados de destino y la demanda en volumen creció en un 176% para el primero y 270% en el segundo, recuperando los volúmenes históricos de compra. Pero China, que se había convertido en un cliente de crecimiento potencial, en 2021 demandó incluso menos que el año pasado, cayendo un 62%.

PRECIOS.

En cuanto al valor del producto, el aumento del precio tanto para España como para Italia fue del 36%, llegando en el último caso a pagarse 7.500 dólares la tonelada. En China, el precio que había llegado en 2020 a estar por debajo de los 5 mil dólares, tuvo un aumento del 46%; pero la caída de la demanda no permitió aprovechar el alza. Europa genera el 77% de las divisas que ingresan al país por este producto.

En China, hay dos trabas, la primera producto del efecto Covid que dejó trabas paraarancelarias y genera que el productor local no tenga estímulo para enviar a China; el otro efecto fue la competencia del vannamei y de cultivos de China que empujaron hacia abajo los precios, respecto de los valores que teníamos en 2019.

Las colas de langostino en 2020 no sufrieron el impacto del Covid de la misma manera que el entero, solo se vendió un 17% menos que en un 2021 con menores restricciones. Los mercados tradicionales del crustáceo aumentaron la demanda en el orden del 30% a excepción de Tailandia, que creció en compras un 104%. La gran diferencia entre el año pasado y este se observó en el mercado chino, que lejos de requerir más colas para procesamiento, compró un 30% menos.

El precio se mantuvo en los mismos niveles de 2020, a razón de 7.200 dólares la tonelada y solo a fuerza de volumen se logró mejorar la recaudación en países como España y Estados Unidos. En el caso de China, ni siquiera una baja del 30% del precio logró mantener el nivel de ventas; a pesar de ello Asia sigue siendo el mayor comprador de este producto del que se llevan exportadas en total, al 31 de agosto, 45 mil toneladas.

La baja del mercado chino se pudo suplir con ventas a otros mercados de reproceso como Guatemala, Perú y Estados Unidos.  A pesar de la baja demanda china, no quedaron grandes stocks de cola de lo que se pescó en Nación.

Si las comparaciones se realizan con el año 2019 antes de la pandemia, los resultados para el langostino entero arrojan que se exportó en el mismo período un volumen similar, 56 mil toneladas, pero a un valor inferior, ya que por entonces cotizaba a 5.900 dólares, por lo que se generaron 335 millones de dólares, mientras que en 2021 la cifra escaló por encima de los 400 millones de dólares. En el caso de las colas, la situación es diferente: se exportó en 2021 un 20% más en volumen, pero en recaudación se aumentó un 16%, dado que en 2020 el precio cayó un 14% y no volvió a recuperarse.

Todavía el panorama sigue siendo incierto en el contexto de pandemia; países como Gran Bretaña ven crecer los casos y en España se especula con recurrir nuevamente a restricciones. Pero con una porción mayoritaria de la población vacunada con dos y hasta tres dosis y una importante disminución en el índice de mortalidad, es de esperar que los confinamientos para 2022 no sean siquiera los de este año.

Las expectativas para 2022 son las mismas que para 2021, indicó Glikman, “no vemos aumentos de demanda violentos. Habría que pescar lo mismo que este año, no más, para mantener los precios” y añadió que “el arte de este negocio se conjuga en un equilibrio entre precio, volumen y sustentabilidad del recurso. Si pescamos mucho, ya quedó demostrado que ponemos en peligro el recurso y los precios se derrumban, es una ecuación que no le sirve a nadie. Lo que hay que hacer es generar mayor valor agregado en tierra, ese debería ser el camino”.

FUENTE: REVISTA PUERTO

 

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